Queda prohibida la reproducción total o parcial de las fotografías aquí mostradas sin el consentimiento expreso del autor.



Nunca detengas con una mano el pasado y con la otra el futuro, para así no quedarte crucificado en un presente sin sentido……..



Te digo adiós y acaso con esta despedida

Mi más hermoso sueño muere dentro de mí.

Pero te digo adiós para toda la vida.

Aunque toda la vida siga pensando en ti.


Siempre hay un tiempo para marchar aunque no haya sitio a donde ir..........

Hablan las Piedras.

Hablan en silencio...............







Seguidores

sábado, 29 de octubre de 2011

Cementos Asland


En el año 1901 Eusebio Güell y otros socios fundan en Barcelona la sociedad cementera Compañía General de Asfaltos y Pórtland, SA (Asland) e inician la construcción de la fábrica de cemento en el paraje llamado Clot del Moro, en Castellar de n'Hug, un edificio industrial, excepcional, diseñado, parece ser, por el arquitecto Rafael Guastavino.
La construcción y el equipamiento de la fábrica Asland en este valle aislado del Prepirineo fue una obra heroica. Funcionó durante setenta y cinco años, y tres generaciones de obreros trabajaron en ella produciendo un cemento que cambió la fisonomía de Cataluña y de España.
Güell encargó a un joven ingeniero industrial, Isidor Pedraza, que viajara a los Estados Unidos para consultar con Rafael Guastavino gran propagandista del uso del cemento pórtland las necesidades de la fábrica a fin de comprar el equipo necesario.
El ferrocarril fue la solución final para conectar la fábrica con el resto del mundo. En 1914 se inauguró una línea secundaria que conectaba con la red ferroviaria, lo que permitía el acceso de la materia prima y la distribución de la producción con más facilidad. No fue hasta el año 1923 que se pudo completar la línea secundaria desde el Clot del Moro Castellar de n'Hug- hasta Guardiola de Berguedà.
Aconsejado por Guastavino, Güell se embarcó en un diseño osado para la nueva fábrica. Tenía que ser fácil, rápida y barata de edificar, había que aprovechar al máximo la potencia hidráulica de los altos de agua del Llobregat y, a causa de las condiciones inhóspitas del invierno de esta zona, la construcción tenía que cubrir todo el espacio ocupado por la maquinaria. Se optó por bóvedas tabicadas con motero de cal que se apoyaban sobre una armadura de cubierta metálica.
Los albañiles trabajaron en ella durante dos años y medio, y la fábrica se inauguró el día de San Jaime de 1904. Ya en 1911, se le añadieron un cuarto horno y una máquina de vapor para completar las turbinas. La gran chimenea fue conectada con todos los hornos y con las calderas. A causa de la dificultad en el transporte del cemento, hacia 1914 tuvo que construirse el enorme silo con contrafuertes para almacenar el clínker.
La fábrica Asland fue una comunidad de más de 1.000 personas que trabajaba en tres turnos, 24 horas al día, 365 días al año. A menudo las condiciones de trabajo eran duras, con temperaturas extremas, mucho polvo y maquinaria abierta y peligrosa.
Superadas las dificultades y una vez puesta en funcionamiento la fábrica en el año 1904, el cemento de la nueva empresa se utilizó principalmente para obras públicas. Asland mostró las posibilidades arquitectónicas del cemento en la Exposición Universal de Montjuïc en el año 1929; la empresa suministró a la Exposición el cemento para los pabellones. Hoy, el cemento es el segundo material más consumido en el mundo después del agua.